El papa Francisco calificó de «salvajada» el escándalo en el Superclásico y lo atribuyó a «la pasión desbordada, la prepotencia» de los argentinos y a»la incapacidad de vivir en sociedad», cuestionó la existencia de las barrabravas y dijo añorar el fútbol de sus años de infancia cuando se podía ir a la cancha tranquilamente y en familia.
En una entrevista con el diario La Voz del Pueblo de Tres Arroyos, el pontífice se refirió a los incidentes graves en el partido por la Copa Libertadores, en el que un grupo de hinchas de Boca tiraron gas pimienta a los jugadores de River cuando salían por la manga al iniciarse el segundo tiempo.
Y, agregó:»Acá en Italia también hubo problemas entre barrabravas, que no necesariamente luchan por el club, la mayoría son mercenarios».
«Lo peor que se le decía al árbitro era vendido, infeliz, idiota y de ahí no subía. O patadura a alguno que no había agarrado bien la pelota, o dormido… No es esa catarata tan colorida de insultos de ahora. Ha cambiado el ambiente y es lamentable», manifestó.
Al ser consultado sobre sí le gustaría que Marcelo Tinelli, vicepresidente de San Lorenzo, fuese presidente de la AFA, el pontífice respondió: «A Tinelli lo vi dos veces. Una sin saber que era él, no lo conocía, lo saludé en el amistoso Argentina-Italia, y después me dijeron: ‘Ese que saludó tercero es Tinelli’. Y la segunda vez que lo vi fue cuando me trajo la Copa. Pero no sé cómo está la situación allá, no tengo idea qué pasa».
El Papa insistió en recordar sus años de infancia cuando iba casi todos los domingo al Gasómetro a ver a San Lorenzo y en destacar que lo hacía en familia, y que muchas veces también su mamá lo acompañaba.
«Después del partido salíamos y comprábamos caracoles en salsa, unas cuantas pizzas y volvíamos a casa. Era todo una fiesta familiar»,subrayó.